PL- El Gobierno de Barack Obama deportó de Estados Unidos a casi un millón 600 mil inmigrantes ilegales en dos años y medio, según cifras actualizadas al cierre de la primera quincena de septiembre.
Obama asegura respaldar una reforma del sistema migratorio -de lo que hizo además una promesa de campaña-, sin embargo, en las expulsiones le toma ventaja a su antecesor George W. Bush, quien cerró sus dos períodos presidenciales con un millón 57 mil deportados.
La actual política del gobernante lo enfrenta no solo a las criticas de miembros de su partido y del bando republicano, sino también al descontento de un sector como el hispano, la mayor minoría y la de crecimiento más acelerado en Estados Unidos.
Hasta el momento, el mandatario, envuelto en un complejo panorama interno, no ha cumplido su compromiso de un proyecto de ley sobre inmigración, lo que afirmó sería en su primer año en la Oficina Oval.
El pasado 18 de agosto la Casa Blanca anunció una iniciativa para reducir las deportaciones.
La medida espera beneficiar a unos dos millones de jóvenes en posibilidades de calificar para el Dream Act, propuesta de ley que abriría un canal a la legalización de aquellos sin ciudadanía que cursen estudios universitarios o sirvan al Ejército.
Alrededor de 11 millones 200 mil personas viven y trabajan en territorio nacional sin un estatus migratorio regular, en opinión del Pew Hispanic Center.
En 2008, el 67 por ciento de los hispanos votó a favor de Obama, pero una encuesta difundida este lunes por la consultora Gallup advirtió que el nivel de popularidad del presidente entre la comunidad latina estadounidense cayó hasta un récord negativo de 48 por ciento.